Aprobada con pegas del PP la Ley de la Carrera Militar.
PSOE, CiU y BNG apoyan en el Congreso la reforma de la enseñanza castrense.
La Comisión de Defensa del Congreso aprobó ayer, con competencia legislativa plena, el proyecto de ley de la Carrera Militar, que pasará directamente al Senado. El texto, que regula todos los aspectos de la vida profesional de los militares -del ingreso al retiro, pasando por la formación o los ascensos- no se votó en su conjunto, por lo que el resultado de las votaciones parciales fue muy diverso.
No obstante, el Grupo Socialista contó en todo momento con el apoyo de CiU, con quien pactó ayer una enmienda transaccional que prevé "ayudas nominales" para los supervivientes de la guerra de Ifni; y del Bloque Nacionalista Galego (BNG), con el que acordó, además de con IU, una nueva disposición que permitirá ascender a subteniente a numerosos sargentos en el momento del pase a la reserva.
Por el contrario, se encontró con la oposición de su hasta ahora socio Esquerra Repúblicana de Catalunya (ERC), quien intentó sin éxito llevar la ley al pleno de la Cámara, y de Coalición Canaria.
Gaspar Llamazares, de IU, que inicialmente presentó una enmienda a la totalidad, mantuvo algunas discrepancias, como la referida al número de efectivos -hasta 140.000 militares, incluidos 50.000 mandos- pero reconoció también "avances sustanciales" en muchos aspectos.
También el Grupo Popular admitió que el proyecto enviado por el Gobierno al Congreso había sido notablemente mejorado, mediante la incorporación de numerosísimas enmiendas, pero su portavoz, Asunción Oltra, dijo tener una "sensación agridulce" por no haber logrado el acuerdo en dos temas sustanciales.
Uno es el mantenimiento con rango de ley de las Reales Ordenanzas de las Fuerzas Armadas de 1978, que la nueva norma reduce a decreto tras incluir las "reglas de comportamiento del militar" en uno de sus primeros artículos.
El otro es la reforma de la enseñanza castrense y, en particular, la creación en las academias militares de centros adscritos a las universidades, de modo que los tenientes reciban, además de su despacho de oficiales, un título de grado.
Oltra apostó por la homologación directa de la titulación militar con la civil y auguró que esta medida tendrá una vida corta, pues el PP la anulará en cuanto llegue al Gobierno; mientras que el portavoz socialista, Jesús Cuadrado, aseguró que "será muy difícil dar marcha atrás" en una reforma que va en la misma línea de otros países europeos.
En lo que estuvieron todos de acuerdo es en que la ley resuelve muchos problemas heredados, como el de la escala auxiliar, con sólo 730 militares en activo, pero casi 15.000 en la reserva o retirados.
