La madre de un soldado profesional se quejaba que en algunas unidades como el RACA 32, el GAAAL VII o Ingenieros llevaran a cabo, “estas demostraciones de fuerza” durante esas fechas claves, teniendo en cuenta que muchos de estos jóvenes son padres de familia o recién casados.

“Entendería la postura si fuera un servicio de seguridad imprescindible o urgente, pero creo que las continuadas se podrían programar el resto del año sin que ocurra nada y de esta forma tendrían más contentos al personal, porque de así se puede interpretar como que lo han hecho a propósito para fastidiar”, mientras que otro familiar señalaba que con estas cosas el Ejército pierde respeto porque la confianza en las instituciones se gana con medidas justas y racionales y no con demostraciones arbitrarias basadas en el poder que le delega el Estado español para que sea bien aplicado y no de manera abusiva.